Trastornos de la respiración durante el sueño
El término ‘trastornos de la respiración durante el sueño’ hace referencia a diferentes enfermedades resultantes de una respiración anormal mientras dormimos.
La más común es la apnea del sueño
Apnea significa una pausa temporal en la respiración. Aunque existen otros tipos de apneas, el término ‘apnea del sueño’ suele referirse al síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS), en el que el individuo deja de respirar brevemente debido a la obstrucción temporal de la vía respiratoria de la garganta, denominada faringe. En los pacientes con SAOS, esto puede ocurrir muchas veces durante una sola noche.
La más común es la apnea del sueño
Síntomas
Mientras dormimos, nuestros músculos están relajados. En algunas personas, la lengua y la relajación de los músculos de la garganta pueden causar un estrechamiento de las vías respiratorias que no permite la respiración y puede detenerla temporalmente. Si esto ocurre, el cerebro se despierta parcialmente y reabre las vías respiratorias para permitir la respiración. Cuando esto se produce repetidas veces durante una noche, puede tener efectos graves sobre la calidad del sueño, haciendo que la persona sienta somnolencia durante el día.
Además, cada apnea está acompañada de un incremento del ritmo cardíaco y la tensión sanguínea. Finalmente, persiste el incremento de la presión sanguínea (hipertensión), incluso estando despiertos, lo que aumenta el riesgo de un ataque cardíaco o un infarto.
Los ronquidos son un síntoma universal en las personas con SAOS. El ruido de los ronquidos surge de la vibración de los tejidos de la garganta, lo que implica que la vía respiratoria es potencialmente inestable y, por lo tanto, más vulnerable al colapso durante el sueño. Sin embargo, solo una minoría de las personas que roncan tienen SAOS.
Los síntomas del SAOS pueden aparecer de día y de noche.
Síntomas
Mientras dormimos, nuestros músculos están relajados. En algunas personas, la lengua y la relajación de los músculos de la garganta pueden causar un estrechamiento de las vías respiratorias que no permite la respiración y puede detenerla temporalmente. Si esto ocurre, el cerebro se despierta parcialmente y reabre las vías respiratorias para permitir la respiración. Cuando esto se produce repetidas veces durante una noche, puede tener efectos graves sobre la calidad del sueño, haciendo que la persona sienta somnolencia durante el día.
Además, cada apnea está acompañada de un incremento del ritmo cardíaco y la tensión sanguínea. Finalmente, persiste el incremento de la presión sanguínea (hipertensión), incluso estando despiertos, lo que aumenta el riesgo de un ataque cardíaco o un infarto.
Causas
aumenta con la edad hasta los 60 años.
Todo aquello que causa el estrechamiento de
la garganta puede aumentar la posibilidad de padecer SAOS.
Factores ambientales
La obesidad moderada o severa es un factor de riesgo importante porque está acompañada de un incremento del tejido graso alrededor de la garganta. Entre el 60 y 90 % de las personas con SAOS son obesas y es el factor de riesgo más común en adultos.
El tabaco y el consumo de alcohol están relacionados con una mayor prevalencia de los ronquidos y la apnea del sueño.
factores genéticos
Algunas personas son más propensas a desarrollar apnea del sueño por causas genéticas.
La apnea del sueño es más común en hombres que en mujeres.
Ciertos de tipos de estructura facial heredada están asociados con una garganta estrecha y predisponen a la aparición del SAOS; la más común es el mentón hundido. Algunas condiciones genéticas específicas, como el síndrome de Down, también predisponen a la aparición del SAOS.
Asimismo, el SAOS se da en niños y el factor contribuyente más común son las amígdalas excesivamente grandes. En algunos niños o adultos, las congestiones graves de nariz pueden empeorar los síntomas.
Causas
aumenta con la edad hasta los 60 años.
Todo aquello que causa el estrechamiento de
la garganta puede aumentar la posibilidad de padecer SAOS.
Prevención
Los cambios en el estilo de vida, como la reducción de peso y del consumo de alcohol y tabaco pueden ayudar a prevenir la aparición de esta enfermedad.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Con frecuencia, se sospecha del SAOS a partir de síntomas y exámenes clínicos, pero en la mayoría de los casos es necesario monitorizar el sueño para confirmarlo. Un estudio detallado del sueño, denominado polisomnografía, registra las ondas cerebrales, la actividad muscular, los movimientos de los ojos, la actividad cardíaca, el movimiento del tórax, el flujo de aire en la nariz y la boca y el nivel de oxígeno en sangre (oximetría).
Este estudio detallado se realiza en una unidad del sueño, pero con la mayoría de las personas de las que se sospecha que puedan padecer el SAOS, se pueden realizar investigaciones más simples con equipos portátiles, a menudo en el domicilio del paciente. En la actualidad, se dispone de distintos aparatos para registrar las diferentes variaciones de los niveles de oxígeno en sangre, movimiento del tórax, flujo de aire y ritmo cardíaco.
El nivel de somnolencia durante las horas del día se evalúa con un sencillo cuestionario denominado Escala de Somnolencia de Epworth. Se pide al individuo que cuantifique la posibilidad de quedar dormido en diferentes situaciones de la vida diaria. También la pareja de cama puede informar de síntomas de la apnea del sueño como los ronquidos y su observación de las apneas.
El tratamiento más eficaz para la apnea del sueño es la presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP), un método sencillo y muy económico. Esta forma de tratamiento incluye una máquina que genera un flujo de aire a través de una máscara colocada sobre la nariz (o nariz y boca) a una presión que se ajusta para mantener la garganta abierta durante la noche.
Para lograr el máximo beneficio, debe utilizarse cada noche. Otras opciones incluyen un aparato colocado en el interior de la boca para bajar la mandíbula o, cuando se considere apropiado, cirugía para extirpar las amígdalas.
No existen en la actualidad tratamientos farmacológicos.
En los países desarrollados, la apnea del sueño afecta a entre el 3 y 7 % de los varones de mediana edad y el 2-5 % de mujeres
La apnea del sueño está asociada con un mayor riesgo de hipertensión, junto con enfermedades cardíacas, depresión y accidentes relacionados con la somnolencia
Las posibilidades de sufrir un accidente de tráfico se multiplican por 1,2-2 en las personas con apnea del sueño no tratada
La apnea del sueño prediagnosticada está asociada con unos costes sanitarios por persona entre un 50 % y un 100 % superiores a los de la población general . Fuente: European Lung Foundation ELF